sábado, 31 de diciembre de 2016

FELIZ AÑO NUEVO






Ella era una de esas personas que habían triunfado en su vida, había salido en más de una ocasión en la revistas más importantes del mundo, el TIME era una de ellas.

Se había casado con un diplomático que casi le doblaba la edad, no le importaba, en la vida no era con quien vives, si no como vives, y ese siempre fue su objetivo.

Era la mayor de cinco hermanos, tres chicas y dos chicos.

Fue el ojito derecho de su padre, la única que curso estudios universitarios, hizo derecho y se licencio también en ciencias económicas.

Su madre abandonó a su padre, se fue a vivir con tipo bien guapo. 

Posteriormente se descubrió que era un traficante de drogas que embaucaba a las mujeres maduras para meterlas en su red de distribución.

Años después apareció su madre en un contenedor de basura descuartizada.

Todo había pasado muy deprisa, era una mujer triunfadora, tenía todo lo que se puede desear, reconocimiento, dinero, fama.

Había dejado atrás su vida anterior, su padre arruinado vivía en la calle, y sus hermanos, cada uno salió adelante como pudo, pero ese no era su mundo,  no sabía nada de ellos.

También como su madre, ella los abandonó.

Ese fin de año  había organizado en su mansión una cena a la que acudiría lo más selecto del país, la seguía un equipo de televisión para retransmitir en directo todo lo que sucedería en esa cena.

Las personas invitadas  conocían todo de su vida, de donde venia y a donde había llegado, la idolatraban por su esfuerzo y tenacidad.

Cuando se dirigía a su mansión, el vehículo donde viajaba se paro en un semáforo, se  acercó un mendigo con  aspecto andrajoso,  muy sucio, a pedir una limosna.

Todo se estaba grabando, vio la oportunidad de dar un golpe de efecto en al programa.

Ordeno al conductor que llamara a sus escoltas, que recogiesen al mendigo, lo llevasen a su casa, lo asearan y  lo vistiesen para la ocasión.

Que  pusieran un cubierto a su derecha, quería que todo el mundo supiese que ella también era un alma caritativa.

A la hora de la cena, todos estaban en su sitio, esperaban que llegase ella, la triunfadora, la mujer más famosa del país.

Hizo una entrada glamurosa y triunfal.

Entre los aplausos de los concurrentes, dijo, mis queridos amigos hoy he querido hacer una de obra caridad  especial en esta cena de fin de año.

He encontrado a un mendigo cuya foto veis en esa diapositiva, el estado en que se encontraba,  ahora hará su entrada en este comedor y se sentara a mi derecha, quiero que se sienta como en su casa.

Obviamente,  ya no está en las circunstancia en que se hizo esa foto, ahora es otra persona y vendrá vestido como él se merece.

Ella estaba ansiosa de que se viese la obra de caridad que estaba haciendo, se le notaba el nerviosismo, no conocía a la persona que iba a aparecer en el comedor

Todo el mundo se levanto de la mesa le dio una calurosa ovación a la anfitriona y a la persona que hacia su entrada en el comedor.

Lentamente aparición el mendigo, vestido elegantemente.

Todos enmudecieron al ver a aquella persona.

Este se dirigió al sitio donde le habían asignado, miro a su benefactora e hizo una leve inclinación de cabeza.

Ella clavó sus ojos en él.

Mientras los comensales iban abandonando poco a poco el comedor.

Quedaron ellos dos solos y mirándose a los ojos.

Él se acerco a ella, la tomo en sus brazos y le dio uno de esos abrazos cálidos y amorosos que no se olvidan, y  que ella ya conocía muy bien

Le dijo…

Feliz año nuevo hija…

Mare Nostrum  31 – 12- 2016
EL MERLUZO ERRANTE (Os contare mi historia en su momento)